Daniel Carrillo
Juan Camilo Zapata
Yeiber Murillo
Daniel De Sousa
César Magallán
Breno Bidon
Igor Coronado
Alex Santana
Ángel Romero
Talles Magno
Daniel Carrillo
Juan Camilo Zapata
Yeiber Murillo
Daniel De Sousa
César Magallán
Breno Bidon
Igor Coronado
Alex Santana
Ángel Romero
Talles Magno
El Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), situado en Caracas, es uno de los recintos deportivos más emblemáticos del país y un ícono del urbanismo moderno latinoamericano. Forma parte del conjunto arquitectónico de la Ciudad Universitaria de Caracas, obra del renombrado arquitecto Carlos Raúl Villanueva, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001. Inaugurado el 5 de diciembre de 1951, fue concebido con una visión integral que combina funcionalidad deportiva, estética arquitectónica y arte integrado al espacio público.
En su historia, el estadio ha sido testigo de eventos de gran envergadura. Entre ellos, destacan los Juegos Bolivarianos de 1951, la Pequeña Copa del Mundo de Clubes —competición que enfrentó a grandes equipos europeos y sudamericanos en los años 50—, y varios encuentros de la Copa América, incluyendo la final de la edición de 1975 y partidos de la edición de 2007, tras una significativa remodelación. Aunque su aforo original era de 35.000 espectadores, actualmente tiene capacidad para 24.264 personas, debido a adaptaciones realizadas a lo largo de los años.
En el presente, el estadio es el hogar de diversos clubes venezolanos como el Caracas FC, Metropolitanos FC, Deportivo La Guaira y UCV FC, además de haber sido sede habitual de la Vinotinto. Su diseño incluye una pista de atletismo, lo que permite su uso para múltiples disciplinas. La cercanía del público con el campo y su ubicación dentro del campus universitario lo convierten en un espacio de convivencia entre deporte, educación y cultura.
Uno de los aspectos más distintivos del Estadio Olímpico es la presencia de obras de arte integradas en su estructura, siguiendo la visión original de Villanueva de fusionar arquitectura y arte. A pesar del paso del tiempo y los desafíos de mantenimiento, sigue siendo un símbolo de la modernidad venezolana y un punto de referencia para el fútbol en Sudamérica.